Mejora tu digestión

Hacer malas digestiones no es solo un malestar temporal, si constantemente tienes malas digestiones puede ser un síntoma de una intolerancia o de un mal estilo de vida, y puede afectar a tu salud integral. 

Para mí hacer buenas digestiones es esencial para tener energía, buen humor y sentirme ligera. Estuve muchos años sin saber que era celiaca, y los problemas digestivos eran para mi constantes. Desde que aprendí lo que no podía comer, y que mi cuerpo era capaz de sentirse bien, no he querido volver a sentir la sensación de malestar que produce una mala digestión. 

Te cuento cómo hago yo para asegurarme buenas digestiones. 

1- Una buena parte de mi alimentación son frutas y verduras, tanto cocinadas como crudas. Aparte de tener vitaminas y diferentes nutrientes, las frutas y verduras tienen fibra que ayudan en la digestión de dos maneras, siendo alimento para tu microbioma (prebióticos), y ayudando a eliminar fácilmente. Además, las frutas y verduras crudas contienen enzimas digestivas que son esenciales para la digestión. 

2- Como cereales variados e integrales, y que haya que masticarlos. Masticar es la primera parte de la digestión, y al hacerlo el cuerpo crea saliva y 'avisa' al resto del sistema digestivo que es momento de producir enzimas digestivas. Al comer alimentos que no hace falta masticar mucho (piensa en arroz y pasta blanca) no solo no estás comiendo la fibra que debería acompañar al hidrato para poder ser digerido bien, si no que te estás saltando un paso importante de la digestión, la masticación. 

3- Incluyo fermentos en mi dieta. A mí me encantan el chucrut y los pepinillos encurtidos. También el miso caliente en invierno y kombucha en verano, y me aportan bacterias beneficiosas para el sistema digestivo. Aunque tu cuerpo tiene bacterias buenas naturalmente, es bueno seguir introduciendo diferentes tipos a tu sistema. Tomar una variedad de encurtidos, te asegura una variedad de bacterias también.

4- Tomo poco azúcar refinado.  Esto es en general, a mí me encanta la repostería y disfruto mucho haciendo y comiendo tartas de cumpleaños, por ejemplo. Pero científicos están estudiando que el consumo elevado de azúcar podría alterar el microbioma de nuestro sistema digestivo. Yo esto es algo que noto especialmente si tomo azúcar por la noche tarde. A la mañana siguiente siento muchísima pesadez. 

5- Incluyo proteína y grasa vegetal en la dieta (legumbres, aguacates, coco, frutos secos): Las legumbres además de proteína vegetal, tienen fibra beneficiosa para nuestros sistema. Sé que a mucha gente le sientan mal, pero hay formas de evitarlo. Yo siempre las dejo a remojo la noche anterior, cambio el agua antes de cocinarlas y añado alga kombu. Las legumbres que llevan mucho tiempo almacenadas sientan peor. Si llevas tiempo sin tomarlas, introdúcelas poco a poco.

6- Cuando noto que un alimento no me ha sentado bien, tomo enzimas digestivas. Las podría tomar a diario, pero no es algo que necesite hacer más que puntualmente. 

7- Después de comidas grandes o pesadas, tomo rábano negro y alcachofa, que estimula el hígado y la producción de bilis para apoyar la digestión. A mi me gustan los viales, pero también lo hay en cápsulas de Árbol Verde

8- Casi a diario, y normalmente por la noche, tomo un suplemento de fibra vegetal. Aunque mi dieta es bastante rica en fibra, noto cómo este suplemento me ayuda a eliminar más fácilmente. 

9- Todas las noches tomo una infusión de Diente de León. El diente de León, como otras hierbas amargas, estimulan el hígado y ayudan a digerir mejor. 

10- Nunca me siento después de comer e intento cenar muy pronto. Aunque sí es bueno comer sentado y tranquilo, después de comer o cenar nunca me siento. Normalmente dedico el tiempo a limpiar la cocina, o si tengo tiempo, salgo a dar un paseo. 

 

Con información de Harvard Health Publishing- Harvard Medical School

Este blog es de carácter informativo y en ningún caso reemplaza la consulta con un médico. 

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