Hay días, quizás más de los que nos gusta confesar, en los que lo que nos apetece comer son comidas de confort. Las que recordamos de nuestras madres y abuelas, las que sentimos como “premio”, o las que por su contenido en grasa y/o azúcar, nos dan un subidón que a corto plazo nos hace sentir súper bien.
El problema es que muchas veces este tipo de comidas no son saludables, y aunque en un principio nos llenan de buenos recuerdos y satisfacción, un rato después nos sentimos físicamente hartos, pesados, e incluso culpables.
No siento que la culpabilidad por comer una cosa u otra sea una manera de mantenerse saludable, pero sí creo en escuchar a mi cuerpo, y alimentarme con comidas que me hagan sentir bien a corto y largo plazo.
Por eso, desde hace tiempo busco una comida que pueda hacer fácil y rápidamente, que sea rica y reconfortante, y que además sea saludable. Tarea difícil, pero lo he conseguido, y espero que a ti te guste tanto como a mi y a mi familia.
Nota: Esta receta, es más una guía, ya que esta sopa se hace intencionalmente con lo que tengas en casa, para que sea fácil y rápida de hacer, y la puedas personalizar.
Ingredientes
500 ml de caldo de pollo o vegetal
1 o 2 dientes de ajo picado
1 trozo de jenjibre fresco picado
1 zanahoria grade, picadas o en tiras
Medio manojo de verdura de hoja verde, por ejemplo bok choi, en juliana
Dados de pollo o tofu
Pasta ramen o fideos, mejor integrales
Miso rojo de cebada (al gusto)
Cebolleta picada (para guarnición)
1 cucharada de aceite de coco
Tamari
Método:
En una sartén cocinar el tofu o el pollo a fuego medio con media cucharada de aceite de coco, cuando esté cocinado y antes de retirar del fuego, añadir un chorrito de Tamari para dar gusto, sin que cree una salsa. Retirar del fuego y reservar.
En una olla poner el resto del aceite de coco a fuego medio. Añadir el ajo, la zanahoria, las verduras y el jengibre hasta que poche todo, pero sin que tome color. Añadir el caldo, llevar a ebullición y cocinar en él, el ramen o fídeos hasta que queden suaves y al dente.
Retirar del fuego, añadir el pollo o el tofu.
Servir en cuencos, y añadir miso al gusto, y después la guarnición. Puedes añadir, si quieres, un chorlito más de Tamari.
Nota: El miso es un fermento sin pasteurizar con beneficiosos probioticos. Para aprovechar sus beneficios, no debe de hervirse, por lo que que lo más indicado es añadirlo individualmente, al gusto y después de servir la sopa, cuando esté menos caliente.
Me encantaría saber si pruebas esta receta, y como la personalizas tu.