Cómo desperdiciar menos comida

Cada vez voy menos al mercado, y aunque me gusta mucho haber creado este hábito durante el confinamiento, no siempre es fácil para mi hacer compras para toda la semana.

Por una parte no me quiero quedar sin comida, y por otra tampoco quiero tirarla a la basura porque no llegamos a consumirla. Es todo un balance que no siempre es fácil conseguir.

Aunque podemos comprar comida en conserva, yo prefiero seguir comprando comida fresca en la medida de lo posible. Ahora más que nunca quiero comer bien en casa, tanto rico, como saludable. 

Estas recomendaciones te sirven hoy y siempre. El desperdicio de comida es un serio problema medioambiental, y cuidar lo que compras, y lo que tiras, es una forma de cuidar el medio ambiente y tu bolsillo.

Evitar el desperdicio de comida empieza, para mi, antes de ir al mercado- te cuento más abajo, pero las listas pueden ser un gran aliado.

Aunque antes nos decían eso de que había que comérselo todo, a mi, personalmente no me gusta la idea de obligar a comer todo lo que queda en el plato, aunque sí de no servirse más de la cuenta. Prefiero no tirar comida que he comprado, y dejar que niños- y mayores- coman lo que necesiten, sin obligaciones ni culpas. Lo dicho, es todo un balance, y espero que estas ideas te ayuden a tirar menos comida.

1- Compra legumbres secas. Son mucho más baratas que las enlatadas o en cristal, y ahora que estamos en casa, hay tiempo de hacerlas. Yo las hago siempre en la olla exprés, con lo que el tiempo nunca es un problema. Guarda las legumbres que te sobren y utilízalas de diferentes maneras; si te quedan pocas, acláralas y añádelas a una ensalada, batidas para hacer humus (garbanzos, judía blanca) o frijoles refritos (negras) para mojar con pan, o rellenar quesadillas- una buena opción para meriendas o cenas ligeras. Yo siempre las dejo en remojo la noche anterior, y suelo también cocinarlas con alga Kombu para hacerlas más digestivas.

2- Guarda. Tallos, peladuras y todo lo que no uses de las verduras, puede usarse para hacer un caldo. Limpia, seca y ve metiendo poco a poco en el congelador. Cuando tengas un contenedor lleno, sácalas, pon en una olla y cubre bien con agua, añade sal y una o dos hojas de laurel. El caldo lo puedes usar para hacer arroz, como base de sopas, o para hacer una sopa de ramen.

3- Congela. Si tienes fruta fresca que nadie se come, puedes cortarla en trozos y congelarla para hacer batidos- aunque no los tomes normalmente, son muy socorridos para desayunos y meriendas. Con manzanas, peras y melocotones puede hacer compotas muy ricas que te ayudarán a completar un desayuno, una merienda o hacer de postre, o utilizarlas para hacer bizcochos y muffins- la compota de manzana, por ejemplo, es un buen sustituto del huevo en la repostería vegana.

4- Sé flexible. A todos nos gusta hacer una receta bien, pero en momentos en los que la disponibilidad de ingredientes no está asegurada, puedes sustituir ingredientes. Cuando yo sustituyo ingredientes pienso más en la textura que en el sabor; por ejemplo nueces por almendras, col rizada por espinacas, brócoli por coliflor. Sustituye sin miedo, a lo mejor encuentras una nueva combinación que te gustará. 

5- Prepara. Si tienes espinacas, kale o acelgas que se están empezando a poner malas, lávalas y bátelas con un poquito de agua (puedes añadir ajo y hierbas aromáticas si vas a utilizarlo como salsa). Una vez bien batido, congela la mezcla- en cubitos pequeños si tienes- para descongelar y usar uno a uno en otras comidas más adelante, por ejemplo para hacer una salsa rápida para pasta, arroz o tofu, o para hacer batidos. 

6- Limpia. En vez de esperar a que la nevera o el congelador estén hechos un desastre, el día antes de ir a hacer la compra saca todo- o casi todo de la nevera, limpiala bien, haz un recuento de lo que tienes, y utiliza todo lo que puedas en la comida de esa noche.

7- Haz una lista. Aunque no consigo hacerlo todas las semanas, sí me gusta hacer una lista de 3 cenas (la comida principal en nuestra casa), y los ingredientes que necesito para hacerlas. El resto de la lista son mis básicos de todas las semanas, más los alimentos de despensa que se me han acabado. De esta manera tengo 3 cenas aseguradas, además de las sobras (tanto de ingredientes, como del plato hecho) para apañarme el resto de los días. 

¿Cómo haces tu para no tirar comida?

 

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