Comienza la desescalada, y siento que este es un buen momento para reflexionar sobre las cosas positivas que nos ha traído el confinamiento- a parte, obviamente, de que se haya podido controlar el número de contagios.
Yo no siento que las cosas siempre pasan por alguna razón, pero sí creo que a las experiencias negativas se les puede sacar cosas positivas, sin olvidar, ni minimizar nuestras dificultades ni las de otros.
Esta práctica me ayuda a mantener una mentalidad positiva durante momentos difíciles, pero sobre todo me ayuda a crecer después de los momentos más duros de mi vida.
De estos 2 meses me quedo con:
- Buscar momentos de desconexión. Ahora que absolutamente todo parece que hay que hacerlo en línea, encontrar un rato para escribir en un cuaderno, olvidar el teléfono en otra habitación, o leer un libro físico se ha convertido en un lujo que no quiero dejar.
- Hacer la compra una vez a la semana. Aunque hacer la compra me lleva más tiempo ahora, con eso de la mascarilla, los guantes, la desinfección etc, hacer la compra una vez a la semana, en vez de cada vez que necesito algo, me ha hecho más eficiente, me ha ayudado a aprovechar más y tirar menos, y a ser mucho más organizada.
- Tardes tranquilas en casa. Las actividades extraescolares son maravillosas, pero ir corriendo de un lado a otro no. En estos días hemos leído, jugado, bailado y hasta llorado, y la verdad es que a todos nos ha venido bien el descanso.
- Los desayunos sin prisas. Aunque los adultos seguimos- por suerte- trabajando, y los niños van al telecole, al no tener que ir a ningún sitio, desayunamos con más calma. Es maravilloso.
- Armarios y cajones más ordenados, y sin trastos. Lo que ya no nos sirve lo hemos dividido en cosas que tirar, regalar y donar. Una vez podamos, iremos repartiendo.
- Usar lo que tengo, antes de comprar más. Me encanta leer y acumulo libros-comprados, prestados y de la biblioteca. En estos días, sólo he leído libros que ya tenía, y estoy feliz.
- La práctica de sentirse agradecido cada día por lo que tengo, y lo que otros hacen por mí.
- La responsabilidad individual y colectiva. Yo me cuido por mi, por mi familia y por toda mi comunidad. Tu haces lo mismo, y eso lo aprecio.
- Con la admiración por los empresarios que se adaptan para ayudar, para seguir creando empleo, o para sobrevivir.
Me gustaría mucho saber con qué te quedas tu de este confinamiento.
4 comentarios
Olivia
Muy cierto lo que dices, Maria José.
Es una lástima que haya tenido que pasar esto para darnos cuenta de lo que es importante. Gracias por tu comentario.
María José
Me ha gustado todo lo que dices en tu artículo, Olivia. A mí me ha cogido en otra comunidad autónoma y esto es con lo que me quedo
QUE NECESITAMOS UN SISTEMA SANITARIO FUERTE, PROTEGIDO Y SIN RECORTES, ESPERO QUE HAYAMOS APRENDIDO ALGO
La familia es lo más importante, aún estando lejos, antes no lo veía asi
Que vamos demasiado deprisa y no disfrutamos de los pequeños detalles.
Que tenemos demasiadas cosas que no necesitamos, y que somos más felices sCON menos.
Que hay que utilizar más la imaginación, ser más creativos.
Y que si todos remamos en la misma dirección, saldremos de esta pandemia que nos ha tocado vivir.
Olivia
Gracias Jorge.
Me encanta lo que dices de vivir la vida cada día, ayudando a los demás. Ser conscientes de la fragilidad de la vida, es a mi punto de vista, una de las mejores formas de disfrutarla.
Jorge
A mí se me han quedado varias pinceladas en mi lienzo mental como consecuencia de esta crisis.
1. Que la sacralización de los bienes materiales y la pontificación de personajes televisivos o célebres carecen de fundamentos reales. Cuando suceden emergencias como ésta, tus pilares son tu salud mental y física, los vínculos familiares y tus amigos de verdad.
2. Que en las megaurbes vamos demasiado de prisa a todas partes. Como tú decías, corriendo de un lado a otro. Conviene valorar si, en determinadas circunstancias, “menos es más”.
3. Que el teletrabajo es un camino que hay que continuar desarrollando. No sólo con jornadas enteras, sino también parcialmente para facilitar la conciliación y evitar las congestiones de tráfico y de transporte público.
4. Que somos muy frágiles y vulnerables. Que no somos nada y en cualquier momento podemos enfermar o morir. Por tanto, si procuramos ir por la vida ayudando a los demás, nuestra conciencia estará más tranquila.
5. Que los empresarios merecen reconocimiento y admiración y no desprecio y desconfianza. Que si la sociedad y la ciencia avanzan es porque existen emprendedores que ponen su dinero y su vida en un negocio o actividad. Y que en España se necesita más mentalidad empresarial y valorar a los empresarios. Y cuanto más se les valore, mejores y más humanos serán los empresarios que tengamos en esta sociedad.