Desde hace unos años siento algo que se parece a la urgencia. Es una sensación de que me estoy quedando sin tiempo para hacer las cosas que más me gustan. No porque me siento mayor- que la verdad no lo siento- si no por la cantidad de cosas que "tengo" que hacer relativas a las que "quiero" hacer, además por la rapidez con la que veo pasar la maternidad.
Cuando te pones a pensarlo te das cuenta de que, por ejemplo, la mayoría de nosotros pasaremos 18 veranos y 18 navidades con cada uno de nuestros hijos (si apuras, quizás son algunos menos). Es muy posible que sean más, pero cada vez verse será más difícil, y desde luego nunca igual que cuando tenemos niños. Esto no me deprime, al contrario, me da ganas de aprovechar y disfrutar cada uno de esos veranos al máximo. Cuando mire atrás, quiero hacerlo con satisfacción, no con arrepentimiento.
Esta urgencia me ha hecho recapacitar sobre cómo paso las horas, días, meses y años. Quiero vivir más, pero no necesariamente más tiempo- que también y para eso me cuido- si no aprovechar cada día que tengo al máximo.
Esta forma de ver la vida y el tiempo me ha ayudado a hacer que cada semana, mes y año tenga más de las cosas que más me gustan (sin dejar de lado las cosas que no me gustan tanto pero que tengo que hacer por responsabilidad y/o necesidad)
Creo que a ti también te a va gustar ver la vida de esta manera, se hace más divertida, aunque también más agotadora. Por cierto, que si lo que quieres es añadir momentos de relajación, puedes hacerlo. Aquí se trata de usar el tiempo como más te gusta a tí, no como lo hacen los demás.
En los meses que llevo practicando esta forma de ver la vida he hecho un viaje trasatlántico, me he ido de acampada por primera vez, he tenido una cena en casa después de muchos años, he leído y escuchado libros que me han encantado, y he adoptado un perro entre muchas cosas. Además soy mucho más feliz y estoy más tranquila.
¿Qué te parece? ¿Lo intentas?
Supongo que hay muchas formas de llenar cada año de actividades que nos gustan, estos son mis consejos para conseguirlo.
Aparta el móvil: El móvil es super adictivo, ya lo sabes. No mirarlo cuando lo tenemos cerca y saltan notificaciones sin parar es muy difícil. Va a ser mucho más fácil no mirarlo cuando no lo tengas en frente, ni en el bolsillo, ni en la mano. Siempre que puedas déjalo guardado en un cajón. Por ejemplo durante la cena, mientras das un paseo, o cuando estás leyendo o viendo una película.
Agenda a lo grande: En vez de organizar tu vida de día en día, piensa en organizarla de año en año- tal como hacen muchas empresas. Empieza con todo lo que sabes que ya está en agenda- días festivos familiares, viajes de trabajo, bodas etc- y luego añade lo que quieres hacer- escapadas de fin de semana, conciertos, viajes en los días en los que no tienes nada. Esto te ayudará a ver "a vista de pájaro" lo que te espera en el año que entra, y a ver dónde tienes tiempo de añadir más, y dónde necesitas, quizás, más calma.
Añade pequeñas y grandes aventuras: Hacerse un viaje de ensueño es una maravilla, pero no todo en la vida es a lo grande. Descubrir rincones de tu ciudad, hacer un deporte o actividad física nueva, despertarte pronto para ver el amanecer tranquilamente, o pasar una tarde con un primo al que hace tiempo que no ves, son aventuras que seguro te van a llenar el cuerpo de energía positiva.
Cierra planes: Si te apetece ir a un concierto o a un restaurante nuevo, no esperes a otro mejor momento para comprar las entradas o hacer la reserva. Cierra el plan e inclúyelo a tu agenda, así no habrá forma de que se te olvide, o de que priorices otras cosas.
Da prioridad a lo que te gusta: Todos tenemos responsabilidades, y algunas no nos gustan mucho pero hay que hacerlas. Dentro de ese marco seguro que hay cosas que haces por no quedar mal, o por un sentimiento quizás innecesario de culpa. También seguro que haces cosas por inercia, como coger el móvil para ver lo que hay en redes. Ayudar a otros está fenomenal, y decir que sí a todo también puede ser divertido, pero no te olvides de dar prioridad a las cosas que te aportan y te llenan. Este año he dicho no a planes y ofertas de voluntariado, pero se que no he defraudado a nadie, puesto que he dicho que sí a muchos otros- incluyendo ayudando a conocidos y amigos- algo que también me aporta.
Me encantaría saber qué te parece esta forma de ver el tiempo que tenemos. ¿Crees que a ti te ayudaría?
