• Herpes labial: al primer síntoma de herpes labial- para mi pinchazos en el labio sin que éste presente ninguna lesión- me pongo una gota de aceite esencial de Árbol de Té diluido en un poquito de manteca de karité, teniendo cuidado de que no entre en la boca, puesto que su ingesta es tóxica. He notado que el herpes sale más pequeño y se va más rápido, e incluso no llega a salir.
• Granos y acné: Nunca he tenido acné, pero de vez en cuando me sale un grano. Una gota de aceite de árbol de té justo en el grano- también lo puedes diluir con un poco de agua en un algodón- lo limpia y seca y lo hace desaparecer rápidamente. Algunas investigaciones apuntan a que cremas y geles con aceite de árbol de té alivian el acné.
• Ambientador para el baño: Intento limpiar con productos más naturales y sin fragancias, pero a veces echo de menos el "olor a limpio" que asocio a la lejía o el amoniaco. Desde hace años hago un ambientador con agua y aceites esenciales y que siempre incluye aceite del árbol de té, que deja esa fragancia antiséptica. Nada más pongo mi mezcla - normalmente con aceite esencial de limón- en un bote con vaporizador y lo uso después de limpiar el baño.  
• Cortes y picaduras: Puedes usar unas gotas de aceite de árbol de té diluidas en agua para que cortes y picaduras se curen más rápido.
• Prevención de piojos: Yo añado varias gotas de aceite de árbol de té y aceite esencial de lavanda al champú de mis hijos, como preventivo. Además, al cole el pelo siempre lo llevan recogido, y les digo que no compartan gorros o diademas etc con sus compañeros. 

El aceite de árbol de té, al igual que otros aceites esenciales, es fuerte y en general debe usarse diluido en agua o un aceite base. Es importante no ingerirlo, puesto que es tóxico, y como otros productos, no debe estar al alcance de los niños. 

Esta información es de carácter informativo y no sustituyen en ningún caso la consulta con un médico o profesional de la salud.