- Utilizar fruta y verdura demasiado madura para hacer postres y meriendas ricas y saludables: con los plátanos, bizcocho o batidos; con las manzanas y peras, salsa; con pepinos, tomates y calabacines salsas o purés.
- Planear las comidas de cada día de la semana antes de ir a comprar, pero dejar uno o dos días para comer sobras, o hacer una comida con lo que no hayamos usado: por ejemplo un salteado de verduras con un poco de todo aderezado con Tamari, y acompañado de arroz integral. Estas comidas de restos son a menudo las que más triunfan, aunque no sean las más bonitas.
- Hacer caldos con las sobras: tallos y pieles para caldo vegetal, huesos para caldos de pollo.
- Compostar tallos, pieles etc. En mi casa no tengo el espacio para compostar, pero si puedo guardar en el congelador lo que antes deshechaba y llevarlo después a un sitio donde sí lo pueden compostar.
- Ajustar las recetas a lo que ya tengo: Me encanta cocinar y cuando sigo una receta 'al dedillo' sale más sabrosa, pero si no tengo todo lo que necesito, pero si ingredientes para sustituir, lo haré sin ningún problema. Esto es más difícil hacer en la repostería, pero para las recetas del día a día, a mi no me importa mucho si en vez de llevar un ingrediente, lleva otro.
- Basar las meriendas en lo que haya en casa, en vez de comprar snacks. En casa somos más de comida casera y fruta fresca para merendar, pero a veces caemos en la rutina de comprar galletas saladas y otros snacks cómodos. No solo son caros y menos saludables, pero suelen venir empaquetados, y quiero reducir también la cantidad de envases de un solo uso.
- Si veo que algo no se está comiendo, lo meto en el congelador para usarlo más adelante, esto se puede hacer fácilmente con frutas, los plátanos mejor pelados, manzanas y otras frutas con pipas troceadas, para poder usarlas luego en batidos. Pero también lo puedes hacer con bizochos (en rebanadas para que los puedas consumir individualmente), galletas, o con porciones extra que comidas y cenas que sepas que nadie va a consumir a tiempo- nada más acuérdate de etiquetarlo bien, y de no olvidarte de usarlo.
Me he propuesto reducir la cantidad de comida que tiro a la basura. Llevo tiempo queriendo hacerlo, ya que es bueno tanto para mi economía familiar como para el medio ambiente.
Así que he estado pensando en nuestros hábitos en la cocina y cómo modificarlos para que menos comida acabe en la basura.
Aquí os los comparto, y si tenéis más sugerencias, dejádmelas abajo, que todas las ideas me van a venir bien.
¿Cómo reduces tu la cantidad de comida que acaba en la basura?
1 comentario
Anonymous
Gracias por tus recomendaciones, algunas de ellas las estoy haciendo desde hace mucho, me entristece ver que algunas personas lleguen a tirar tanta comida, en fin, lo he compartido en Facebook, gracias amiga