Es una buena idea añadir una variedad de fermentos a tu dieta, ya que contienen probióticos que ayudan a que tengas una buena flora intestinal- imprescindible para una buena salud- y que tus digestiones sean mucho mejores.
Aquí te dejamos algunas formas de añadir fermentos a tu dieta, más allá de los yogures con bífidus.
Chucrut en tu hamburguesa vegetal: no soy fan de las hamburguesas vegetales ultra procesadas, pero sí de las caseras. Cuando te montes tu hamburguesa, no te olvides de añadirle chucrut para darle un contraste de sabor y textura delicioso.
Miso blanco sobre pasta integral: El miso blanco tiene un sabor algo dulce y una textura cremosa. En casa lo tomamos con pasta. Solo necesitas pasta integral, una cucharada de miso blanco, aceite de oliva, sal y pimienta; añade unas espinacas salteadas con ajo y piñones tostados y tienes una cena rápida, saludable y deliciosa.
Sopa "Miso": Cuando hagas sopa puedes dejarla corta de sal, y añadir una cucharada de miso una vez te la sirvas, remueve hasta su completa disolución y disfruta. Recuerda añadir el miso en el último momento y no lo hiervas para que no pierda sus propiedades.
Salteado + Kimchi: Un salteado de verduras y tofu es fácil de hacer y sabroso, aún más si le añades kimchi coreano para darle un toque picante una vez servido.
Pepinillos con tu bocadillo: Si te gusta comer sandwiches y bocadillos, te gustarán aún más si los acompañas de pepinillos encurtidos- no en vinagre- si no de fermento láctico. Es la combinación tradicional de los sandwiches en Estados Unidos.
Cebollas moradas semi-encurtidas en tu ensalada: Hacer ensaladas deliciosas en casa es fácil siempre que tengas a mano ingredientes interesantes. Las cebollas moradas semi-encurtidas -con vinagre de manzana sin pasteurizar, aceite de oliva, sal y especias- son especialmente deliciosas y socorridas.
Me encantaría saber cómo incluyes tu fermentos en tu dieta, y cual es tu favorito.