Dicen que "bañarse" en el bosque es reduce las hormonas del estrés, que aumenta el sentimiento de felicidad, que baja los niveles de presión arterial y que aumenta las defensas. A mi, personalmente, me sienta fenomenal.
Me siento libre y acogida al mismo tiempo, me muevo de formas diferentes a las usuales - sorteando ramas, bajando pendientes - y consigo desentenderme de la tecnología, salvo para hacer alguna foto que otra.
Me gustan las caminatas en verano y primavera mucho, pero en otoño e invierno creo que las disfruto aún más. Ir bien abrigada, pero sentir el frío en la cara me despierta y me anima en los meses que entristecerse parece muy fácil. Si además acabo el paseo con una bebida calentita, el plan es redondo y te lo recomiendo.
Estas son cuatro de mis bebidas favoritas para calentarme después de un paseo frío por el campo.
Chocolate caliente: el clásico me chifla, pero después de una caminata, prefiero esta versión mucho más ligera.
Matcha Latte: Hay muchas versiones, pero con estos consejos que me dió Lucía de Cocinando el Cambio hace tiempo está buenísimo: una cucharadita de matcha bien batida en agua caliente, añade leche vegetal calentita, canela, cardamomo y miel (o azúcar de coco) al gusto.
Caldo de miso: Super fácil de hacer, simplemente añade una cucharada colmada de miso rojo a agua caliente, pero no hirviendo. Es increíblemente reconfortante.
Café: De toda la vida, pero hecho en pota, o con una prensa francesa es maravilloso, si le añades una cucharadita de aceite de coco, tendrás la sensación de cremosidad sin necesidad de añadir leche.
¿Cuál es tu plan de otoño favorito? ¿Tienes una bebida caliente predilecta?