Todas las semanas intento sentarme a cenar con mi familia. Por razones de trabajo no podemos hacerlo todos los días, pero me encantaría, ya que cuando lo hacemos siento que es algo que nos ayuda a unirnos más. Esta misma noche, cuando nos hemos sentado todos, he suspirado. Simplemente el sentarme a la mesa con mi familia me tranquiliza.
Hay bastante estudios que enumeran los beneficios de sentarse a comer juntos, desde impartir tradiciones y valores, a demostrar estilos de comunicación y resolución de problemas.
Además, según estudios como los enumerados en este artículo de la Academia Americana de Pediatría, niños y adolescentes tendrían mejor rendimiento académico, mejores hábitos alimentarios, un peso más saludable, e incluso menor incidencia de uso de tabaco, alcohol y drogas.
Creo que no hay que convencer a nadie de que es una buena idea cenar juntos, lo difícil es llegar a hacerlo. Sin embargo, según los estudios los beneficios se ven incluso cuando son una o dos comidas familiares a la semana. Esta es una cantidad bastante fácil de conseguir a pesar de los trabajos, los deportes, las extraescolares etc.
Estos son mis consejos para conseguir al menos esas dos comidas familiares:
- Piensa más allá de las cenas. Para nosotros, por el tipo de trabajo que tienen mi marido, los desayunos son más fáciles hacerlos en familia a diario que las cenas. No son largos, y casi nunca estamos todos sentados a la vez, pero sí estamos todos juntos en la cocina charlando.
- Las familias son de diferentes tipos. Tenemos una amiga que es madre soltera, y muchas semanas hacemos "cena familiar" juntas con nuestros hijos. Es siempre muy divertido.
- Agenda al menos una comida a la semana. Muchas familias se reúnen para comer el fin de semana, esto está genial, pero no todos tenemos abuelos cerca. Sin embargo sí se puede hacer esa comida de fin de semana con solo el núcleo familiar. Aunque seáis 3 o 4, comer en familiar sigue siendo bonito, divertido y beneficioso.
- No te compliques. Aunque la imagen de la comida familiar con la mesa perfecta es ideal, no tiene por qué ser así. Una comida casera, sencilla y elaborada entre todos es maravillosa, aunque no esté servida en una mesa decorada.
Espero que esto te anime a desayunar, comer o cenar en familia al menos un par de veces esta semana.